jueves, 8 de mayo de 2014

Las manías de marido

Buenas mis niñas lindas, hoy estoy un poco triste porque me acorde de mi marido y sus manías que tan poco me gustaban pero que ahora echo tanto de menos mis niñas. Ay esta vida es un valle de lagrimas queridas. Hoy haciendo el caldo papa pal almorzar me acordé de mi Paco. Cuando él estaba vivo le gustaba mucho comerse el caldito de papa con su huevito o dos porque yo siempre echaba más porque mi marido era de buen comer, era un cachorro de hombre, alto, bien plantado, muy educado, nunca dijo una palabra mas alta que nunca delante mías, otra cosa no pero honrado y trabajador no le ganaba nadie. Mi marido era muy bueno mis niñas pero muy rigido con mis hijos, le gustaba las cosas bien echas y que todos fueran personas de provecho y educadas. Mis hijitos la verdad me salieron muy buenos, trabajadores buenos pa mi, pa su padre, pa sus hermanos y sus familias. No me quejo tanto mi marido como yo intentamos criarlos lo mejor que pudimos no les dimos lujos porque eramos gente humilde pero su plato de comida y cariño nunca les falto. Mi marido tenía la mano muy ligera y cuando se enfadaba con los chiquillos cogía  el cinto, pero solo cuando se portaban mal, yo le decía Paco son niños, y él me decía siempre Fefa a los hijos hay que educarlos y mira ellos nunca se quejaron del padre, al contrario lo querían con locura. Cuando mi marido se murió en el año 91, yo tenía 61 años me quedé viuda muy joven, recuerdo que al duelo vino monton de gente de todos sitios. El duelo se hizo en mi casa en la alcoba. Mis sobrinos e hijos organizaron la casa pal duelo porque yo estaba en el hospital. Mi marido me decía siempre el pobresito: Fefilla yo quiero morirme en mi casita. Mi marido padecía del corazón y tenía azúcar de la mala. Unos meses antes de morirse le dió un infarto y le pusieron un marcapasos pero ustedes saben que los marcapasos de hace unos años no son como los de ahora.
Me acuerdo que la semana antes de morir fuimos al hospital a la revisión del cardiologo al Insular en Las Palmas y le dijo Don Francisco habrá que ingresarlo un par de día pa hacerle unas pruebas. Mi marido no quería quedarse hasta que lo convenci con ayuda de mis hijos. Era mas terco no se bajaba del burro, si el decia blanco era blanco no negro ni gris. El aunque se equivocase no daba su brazo a torcer y yo me enfadaba con el y no le hacia caso y luego se reía y me decía que bien me conoces Fefa.  Yo cuando se ponía asi de bruto le decía: mire usted, que vine a casarme con un viejo con la de pretendientes jovenes que tenía y el se enfadaba mas pero luego se le pasaba. Yo se lo decía pa picarlo y que se bajara del burro y lo conseguia asi monton de veces. Era mas bueno que un cacho pan, ay Paco como te echo de menos querio.
Pues estando allí ingresado, el viernes que fue cuando murió de madrugada, aquella noche no cenó mucho y lo unico que hacía era cogerme de la mano, yo creo que presentía que se moria y hasta que expiro se murio aprentandome las manos. El duelo vino un genterio la calle llena de gente, se trajo bancos de la asociación de vecinos pa que la gente se sentase, la casa abarrotada. Toda la gente del campo, mi familia que es grande y la de mi marido tambien, los vecinos, gente que trabajo con nosotros, conocidos de mis hijos una barbaridad de gente. Vino el primo de mi marido que era cura y dio un pequeño rezado y las bendiciones antes de enterrarlo. Las vecinas me dicen que el barrio nunca se habia visto un entierro tan grande. La caja la llevaron mis hijos y sobrinos desde mi casa a la iglesia y la calle llena de gente y la Iglesia a rebosar. Agradesco en el alma a todos los conocidos que vinieron. Mi marido y yo ibamos a todos los duelos, porque el decía, hay que acompañar pa que te acompañen.
Pues como les iba contando mi marido le gustaba el caldo papa con unos granos de arroz y yo le suelo echar un puñito de arroz pa que no se me espese mucho. Pues el cuando yo lo dejaba al fuego y me ponia a limpiar el cogía arroz y le echaba mas porque a el le gustaba, miren cuando yo veia el caldero y aquello se me quedaba espeso yo le decía Paco ven aca tu te puedes creer quien se come esto ahora esta expolia, pero el se lo comía estaba bueno. Otra cada vez que me acuerdo me rio. Yo guardaba en la despensa millo frito de esto que le gusta a los chiquillos, las chocolatinas Tirma y las golosinas pa cuando vinieran mis nietos darselos. Cuando yo iba a buscar no habia nada porque mi marido que era un goloso se lo bailaba todo y encima que era diabaetico. Yo le decía Paco un dia de estos te siego el pescueso jodio y el se reia. Que bien me llevaba con mi marido chiquillas. Luego se ponia Fefa dame la insulina que se me subio el azucar y yo le decía dos bofetadas te daba yo por comer lo que no debes. Pero yo como se que le gustaba de vez en cuando le daba de postre unos platanos maduros que le encantaba aunque el medico se los prohibio.


Otra manía que tenia era remover la comida. Una vez hice pa comer macarrones con salsa y vino a comer mis hijos y me dice mi hija Pino Mari: ¿Mama se te paso la pasta que estan los macarrones abiertos? Y yo no ese fue tu padre que removio los macarrones cuando ya estaban echos sin que yo me daba cuenta. Al igual pasaba con el potaje yo dejo el potaje bien apotajaito y marido le daba vuelta con el cucharon y me espiscaba todas las papas que ibas a coger alguna y estaban echas fiscos.




Pero todas estas cosas son las que se echan de menos mis hijas, esas manias que a veces molestan por la rutina al final son las que mas recuerdas al igual que mis hijos. Yo solo les digo ojala todos sean tan felices como fui yo con mi marido, hombre mas bueno pa todo el mundo, ayudaba a echar los techos a los vecinos y familares, era cariñoso y bueno con los niños aunque era muy serio y rigido se hacía querer. Yo estuve 5 años de luto por mi marido hasta que despues me fui quitando el luto con blanco y negro y al otro año ya vestia de color. Pero que mal se pasa cuando pierdes a alguien querido. Muchas veces al principio lo llanaba sin darme cuenta y la cama se me hacia tan grande pa mi sola que me cambie a otra alcoba a una cama mas pequeña cerca del baño pa no caminar tanto.
Pues que les digos mis hijas, que descanses quieranse mucho en las parejas y a los hijitos que es lo mas grande que tenemos en esta vida son nuestros hijitos. Un beso grande para todas y ahora me voy a misa con mi prima y mi hemana. Hasta luego mis niñas.









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