Buenas
a las niñas... Pos aquí me tienen otra vé'; hoy me he puesto a pensar y la
verdá' que antes de na me gustaría empezá' por el principio. Así que les voy a
alegar un poco de mi infacia:
Mi
madre me contaba que yo nací la madrugada del domingo doce de mayo de 1930, en
la casa cueva que tenían mis padres. Me ayudo a nacer, Fefa, mi abuela materna;
allí estaban también mis tías. Venia de culo y tenía unos dolores mi madre...a
partirse toa y gracias a mi abuela que me enderezó pude vení a este mundo, y
hasta la fecha. Y gracias a eso me pusieron Fefa.
Esa misma noche mi otra abuela, Dolores, mató
dos gallinas y repartió sopita a todos los presentes, tradiciones que toavìa
hoy día sigo cumpliendo a rajatabla, aunque mi nieta me mire fatá cada vez que
me ve en la cocina dando fin a las pobres criaturas.
Mi
padre, pa' celebrarlo, se echó unos tanganazos con los hermanos, como de
costumbre. Tenía buenas copas y cuando se echaba sus piscos le daba
por reírse y formaba un jolgorio contando chistes y cantando coplas picantes
jiesus queria que recuerdos de mi padre que Dios lo tenga en su gloria .Él se
iba de parranda con su compadre Maestro Manuel el muo (le decían así porque no
hablaba mucho) y mis tíos Nemesio, Juan y Layo (Pelayo).
Mi santa madre se llamaba María del Pino y mi
padre Antonio. Yo era la cuarta hija de
mis padres.
Nosotras
éramos cinco hermanas y un varón. Mis hermanas se llamaban Milagrosa la mayor,
Lucila, Dominga, Aurelia y el más chico Antonio Miguel como mi padre, que en
paz descanse.
Mi
madre me contaba cómo Milagrosa esperaba que saliera, con los ojos desencajaos
de ilusión. ¡Ay!... la pobre que dulce que es. Con tos los años que han pasao y
aún sigue tan ingenua como siempre...
Recuerdo
que de niña pa' reyes mis padres me echaron una mandarina, y como mi padre era
carpintero, me hizo unos muebles pequeños pa' jugar a las casitas con mis
hermanas ¡Ay que priva me quedé yo! Pasaba horas y horas jugando en el patio de casa, eso siempre lo recordaré. Aquí les dejo una foto [img sacada de la FEDAC].
Ahora
mismo hasta aquí llego, que se me pegan las lentejas y esto del intessné
engancha más que el aní'. Pero les iré sortando cosas de mi vida poco a poco.
Hasta pronto. ¡Y aliméntese bien, mis hijos!
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