Buenas
mis niñas lindas, hoy fui al centro salud
y llegué valdá hijas mías. Me tocó ir ar medico porque tenía que repetir las
medecinas, o como digo yo ir al taller. Porque ya las ruedas van fallando hija mía.
Me
puse mi traje negro, mis medias tupias y la toquilla porque yo todavía mantengo
el luto por mi Paco, ay que Dios lo tenga en su gloria al pobresillo. Cogí er
monedero pa después ir a la farmancia porque con esto de que tenemos que pagar
por las medecinas esto es un robo, mal rallo les partan los josicos a los de
cuello y corbata. Yo quitaría a unos cuantos y daría de comer a más de uno. El
borrego (monedero) me lo pongo en el sostén y ahí no me lo quita nadie quería
porque viene cualquier muchacho de esos que se drogan y beben y desalan a una
toita mujé.
Pues
me puse er bolso bajo el brazo y tire pal médico. Cuando llegue estaba aquello
lleno gente del barrio, estaba Paco Antonio el del bar de Carmencita, Lola la
barquera (a ella y a la familia le dicen
así porque vendían pescao por las calles), estaba también Lala (Candelaria) la
de Maruquita, y mi hermana Aurelia que me la encontré allí alegando con mi
prima Nicolasa. Al entrar les dije buenos días a las niñas.
Me
senté al lado de mi hermana y de mi prima y empezamos a hablar con las vecinas.
Juana la reonda (le decimos así porque esta gorda la pobre por el tiroides) que
Pepillo el de Maestro Pascual se había muerto. Ave Maria purisima fuerte
impresión me dio porque Pepillo es de mi misma quinta, oh no me descompuso las
madres. Despues caí en cuenta que faltaba Agustinita y digole yo a las que las
muchas: chiquillas ustedes han visto a Agustinita que no está por aquí jiesus
estará mala la pobresilla.
Me
llamo el médico y entre. Na más sentarme va y me dice con ese josico que tiene
echao pa´ lante ¿qué le pasa ahora doña Fefa?. Aquello me hirvió la sangre y
voy y le digo: jiesus don Francisco ni que yo estuviera detrás de usted, él se
rió y me dijo es usted er diablo Fefilla. Er médico no es malo sino de rabo
tosniao y a mí, una es muy buena pero le tiro las puntas con gracia. Digole yo
a don Francisco, mire usted me haría er favor de repetirme las medecinas. Yo
nose pa que me manda tantas si yo estoy como una rosa. Solo me tomo dos o tres
na más. Una pa la circulación, otras dos pa la tensión, otra pa los huesos que
los tengo echo gofio, un sobre pa la memoria pa que no se me vaya mucho er
tino, otra pa el azúcar que me dio tras
la muerte de mi marido.
Pues
don Francisco me firmo la receta con esa letra que no se entiende nada aunque
me ponga las gafas de cerca mujé. Ya mi hermana había salido de la doctora que
a ella le pertenece y nos fuimos juntas pa la farmancia.
Al
llegar a la farmancia de don Eusebio la chiquita tan mona que tienen despachando
que por cierto le dije a mi hermana esa es la hija de Paquita la del pozo, la
de Antonio Sánchez. La muchacha me
empezóa a sacar la compra del mes y me dice: Fefa ahora con los nuevos
medicamentos genéricos a cambiado las cosas. Chacha cuando empieza la muchacha
a sacarme pastillas nuevas, de nuevos colores me destartalo todita. Que si una
carveli… nose que, acido aceltisicilico de ese me desale toa. Digole yo, tú me
das a mí los de toda la vida, mi pastilla blanca y naranja pa la circulación,
la otra redonda chica pa la tensión y la pastilla grande marrón pa las
venas. Que sino vuelven loca a una y no
se sabe ni lo que se toma, agita termino de tantas medecinas. Cuando termino de
despacharme me fui con mi hermana pa la casa y nos tomamos un cafesito y un
trozo de queque que hizo mi sobrina Carmela. Mi hermana que es más buena me
dijo Fefilla quédate a comer hoy si no tienes comida. Yo le dije ay Aurelia mi
niña te lo agradesco en el alma pero voy pa ca mi hija Fidela que me hizo un
rancho tan rico y a ver a mis nietillos.
Pues
después de esto me recogió mi nieto el mayor de Fidela. Esta hecho ya un
galletón no se sacó el casné y tó ahora entra a la universidad. Se llama Jonas
que bueno es mi niñito del alma que me quiere con locura. Yo siempre le doy algo
pa cuando salga porque ya esta mirando pal cañizo pa que invites a la muchacha.
Mis
niñas las dejo que voy a guisar el beletén que me trajo mi hijo er más chico pa
comernos una escudilla de beletén con gofito millo. Coman bien y no estén
comiendo muchas porquerías. Echen por la sombrita.
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