domingo, 27 de septiembre de 2015

Mi padre

Buenas mis niñas lindas queridas, cuanto tiempo sin hablar con ustedes mis hijas, pero he tenido el culo en dos manos. Con la vuelta de mis nietos al colegio y venían a comer a mi casa porque mis hijos trabajan, y yo mientras pueda los ayudo. A primeros de septiembre fuimos pa Tenerife con mi hijo Paco Antonio. Yo le dije mi niño llevame a Tenerife que le hice la promesa al Cristo de Telde y al Cristo de La Laguna que si tu hijo Fran llega bien de Roma, porque se fue de Erasmus ese, un año y a mí me tenía la barriga abierta. Pero llego sano y salvo mis hijas. Cuando llega y se me pone a hablar en italiano a mi se me saltaron las lagrimas. Además no se si se acuerdan yo me opere de la matriz y lo ofrecí también. Y pa Tenerife nos fuimos, cogimos el barco en Agaete. Yo mis hijas mareo hasta en una mecedora. Me maree na mas entrar en el barco y unas fatigas durante todo el viaje, casi me arrojo y echo pa arriba la leche y el gofio del desayuno. Estaba encima la mar un poco revuelta pa que fue aquello, no me quiero ni acordar.

 Cuando llegamos a Santa Cruz y veo la plaza del charco como le digo yo porque hicieron una piscina enorme con un chorro en el centro. Mis hijas Santa Cruz esta de bonito, que en  nada se parece cuando yo vine a trabajar en los 50. Esta todo precioso lleno de arboles y flores. Y la torre del Cabildo es muy bonita que se ve na mas bajar del barco.


Bajamos del barco con el coche visitamos un poco Santa Cruz y nos tomamos un café, y nos fuimos pa La Laguna. Que bonita es, si parece Teror pero en grande mis hijas, llena de balcones y las casas típicas a mi me encantó. A mi lo que más me gustó de todo fue cuando entro en la Iglesia del Cristo y lo veo allí, en lo alto de su altar con esa cara tan linda que tiene, yo me emociono mis hijas, porque veo el sufrimiento que padeció el Señor por nosotros y ya le gente de hoy en día ni va a misa, es una pena mis hijas. Me gocé la misa de doce con mis nietos, mi hijo y mi nuera. No fuimos todos los de la familia porque mis hijos trabajaban. Mi hijo Paco siempre coge las vacaciones finales de agosto mediados de septiembre por eso fui con él.



Y a todo esto, yo me pongo aquí a alegar como una boba, y yo hoy les iba a hablar de mi padre, que Dios lo tenga en su gloria. Ay mi padre, bien lo echo de menos. Me acuerdo como si fuera hoy de verlo, con su bastón y el cachorro canario en la cabeza. Era un hombre alto y bien parecido mis hijas. La persona más honrada que yo conocí en mi vida, junto a mi marido que en paz descanse. Me acuerdo que el día de Reyes, como era carpintero nos hacía unos mueblecitos de madera, a mí y a mis hermanas. También recuerdo que nos daba una naranja china como regalo. Mis padres nos decían que los Reyes Magos entraban por el ojo de la fechadura en las casas a traer los regalos. Y nosotras decíamos, como es posible que entre los camellos y todo por ese abujero tan chico. Pues cogimos mis hermanas y yo y nos escondimos esa noche debajo de la cama de mis padres y así descubrimos que los Reyes no existían. Los Reyes de antes no son lo de ahora que tienen de todo y lujo nosotras eramos detalles pero una ilusión.
Mi padre combinaba la carpintería con la cría de animales, mientras mis hermanos, mi madre y yo trabajábamos la tierra. Me acuerdo una vez yo ya era una mocita, una vaca que tenía le dio a mi padre con la pata. Nosotras eramos a desalarnos porque pensábamos que se iba a morir del golpe pero gracias la Virgen del Pino bendita, todo quedó en un susto.



Así era el sombrero que se ponía mi padre. Parece que lo estoy viendo delante mía.

Mi padre era una persona muy respetada y como era el carpintero, en el barrio todo el mundo le encargaba las cajas y yo me acuerdo de ver a mi padre haciendo los ataúdes que luego forraba con telas de distintos colores dependiendo de quien se muriera. Si era una mujer o hombre casado, se forraba de tela negra, si era solterones como se decía antiguamente de blanco y los  niños antes de hacer la comunión la caja era blanca. Aparte de eso mi padre era bien entendido, sabía leer y escribir no con soltura pero se defendía porque el siendo joven emigró a Cuba y volvió, cuando se casó con  mi madre. Yo tendré que tener hermanos y sobrinos por Cuba seguro, porque estuvo por allí unos años buenos. Un hermano de mi padre murió en el barco Valbanera que iba a hacia Cuba y se hundió cerca de la capital.




Mi padre era una persona muy buena pero también era una persona muy educada, de ferreros valores y un poco rigido con la educación. Mi padre iba a misa a las 5 de la mañana pa luego ir a dar a comer a los animales, ordeñarlos y al mediodía volvía a mi casa. Nosotras teníamos gallinas, un par de cabras y una vaca. Después plantábamos millo pal gofito, papas, cebollas y más cosas. Siempre nos decía: mis hijas cuando se vayan a casar tengan una cosa clara, con la cuchara que cojan comen.
Una cosa que no voy a olvidar nunca en la vida, mi padre se llevaba muy bien con el cura y lo ayudaba siempre que podía y al pueblo. Pues cuando tuvo que hacerse unos bancos pa la iglesia de Santo Domingo, el cura se lo encargó a otro cura y eso a mi padre no le gustó. El decía que el no quería confesarse con ese cura cuando se muriese y el día que se murió llegó un nuevo cura de Artenara y lo confesó y murió tranquilo. Mi padre era un santo, hasta pa morirse no dio lata. Fijense ustedes mis hijas los dos hombres de mi vida a parte de mis hijos que los quiero como los dedos de mi mano, han muerto de infartos.
Pues que les digo mis hijas voy a comer un puchero que estan a punto de llegar mis hijos y mis nietos a comer. Ya tengo los yogures y natillas y los refrescos pa mis nietos. Mis hijas Dios y la Virgen del Pino las guarden y llenense las barriguitas que como decía mi padre: de la muerte a la vida la comida.

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